Los comedores

Son lugares preparados para celebrar comidas, sobre todo cenas. Podemos encontrar por un lado comedores como tales, que están acondicionados para su función, pero por otra parte, encontramos otras salas que actuaban como comedor de manera improvisada.

Triclinium

El triclinio es la estancia que está dedicada exclusivamente a la función de comedor. Un sinónimo pudo ser cenatio. Suele mostrar tres lechos, donde se acomodan los invitados a la hora del banquete, alrededor de una mesa. La propia palabra triclinium está asociada a los tres lechos que presenta. En cambio, si son dos lechos, pasa a llamarse biclinium y, se trata de un stibadium cuando presenta un gran lecho semicircular. Estos lechos eran de madera, por lo que no se han conservado.

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Biclinio de la casa de çm. Octavio Quartio en Pompeya II, 2, 2. Los dos lechos flanqueaban un edículo central con una fuente que manaba de una figura de sátiro. Escenas pictóricas: Narciso mirándose en la fuente (izquierda) y Tisbe que descubre el trágico suicidio por amor de Píramo (derecha). Fuente en: http://bit.ly/2gxRCG5
Stibadium, Villa Adriana, Tívoli, Italia. Fuente en: http://bit.ly/2fQWwg9
Stibadium, Villa Adriana, Tívoli, Italia. Fuente en: http://bit.ly/2fQWwg9

En cuanto a la forma de acomodarse estos romanos sobre los lechos, Varrón nos dice que en un principio, éstos cenaban sentados, pero luego los varones comenzaron a recostarse, mientras las mujeres permanecían en sillas. Eso sí, esta información es dudosa, puesto que Plauto constata en torno al 200 a.C. que tanto varones como mujeres se recostaban. Aunque, en un momento más tardío, en los Escudos de Tarquinia, la mujer aparece sentada a los pies de su marido. Esto se puede deber a que surgieran restricciones a la mujer en algún momento, o que no se tratase de una norma generalizada. Por otra parte, en las casas de los más desfavorecidos serán usuales las sillas, ya que estos tendrán un mobiliario escaso.

Reconstrucción de un banquete en un triclinio típico basado en un mosaico de una villa romana. Fuente en: http://bit.ly/1Db2qCw
Reconstrucción de un banquete en un triclinio típico basado en un mosaico de una villa romana. Fuente en: http://bit.ly/1Db2qCw

Triclinios de verano: éstos tienen ubicaciones privilegiadas dentro de la casa, como pudo ser en los peristilos, con grandes vanos y con decoraciones pictóricas, techos de bóveda, suelos con mosaicos, a modo de espacio de representación. Claramente no todos se lo podrán permitir.

Triclinio de la casa de Neptuno y Anfítrite en Herculano V, 6-7. La casa recibe su nombre del mosaico de la pared de la derecha que cierra la perspectiva axial visible desde la calle, tras una ventana abierta al tablinum. En la pared frontal podemos observar un ninfeo, hornacinas para figuras, y mosaicos. Fuente en: http://bit.ly/1Db2qCw
Triclinio de la casa de Neptuno y Anfítrite en Herculano V, 6-7. La casa recibe su nombre del mosaico de la pared de la derecha que cierra la perspectiva axial visible desde la calle, tras una ventana abierta al tablinum. En la pared frontal podemos observar un ninfeo, hornacinas para figuras, y mosaicos. Fuente en: http://bit.ly/1Db2qCw

Triclinios de invierno: éstos contienen braseros para calentar la sala y suelen estar poco ventilado para conservar ese calor. Por lo tanto, en éstos, como dice Vitruvio, no es recomendable tanta ornamentación, puesto que se echarían a perder con los humos.

Triclinios al aire libre: éstos son señal del naturalismo de los romanos, del gusto por comer en contacto con la naturaleza. Podemos encontrar este tipo de triclinio en Pompeya, encontrándose protegidos por toldos o pérgolas.

Triclinio al aire libre de la Casa del Efebo. Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fQWwg9
Triclinio al aire libre de la Casa del Efebo. Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fQWwg9

Otros lugares

Como hemos dicho al comienzo, no solamente los triclinium acogen la función de comedor. El propio atrio fue un lugar donde comer. El tablinum también pudo tener esta función. Varrón lo llega a comparar con un triclinio de verano o, incluso, lo llega a denominar cenaculum.

Las fuentes también hablan de cenationes columnadas, evocando a los oecus, que como recordamos, presentaban columnas. Otras veces eran las exedrae las que se convertían en cenationes. Por lo tanto podemos encontrar una gran diversidad de estancias donde se podían celebrar banquetes.

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 249-257

 

La cocina

Culina

Reconstrucción de una cocina romana. Fuente en: http://bit.ly/2gFOUSf
Reconstrucción de una cocina romana. Fuente en: http://bit.ly/2gFOUSf

No tiene ubicación fija, pero suele encontrarse en lugares apartados de la casa, lejos de los lugares residenciales. Como dijimos en la anterior entrada, la culina (cocina) suele estar asociada a las letrinas. Pero también suele aparecer cerca de los baños, para rentabilizar mejor el agua caliente y los hornos en el fregado de la vasija. En un principio había un problema de humo, pero esto se acabó cuando se comenzó a desplazar los hornos y las brasas.

Culina. Fuente: http://bit.ly/2f1x630
Culina de la Villa de Popea, Oplontis. Fuente: http://bit.ly/2f1x630

Son lugares insalubres. La imagen que nos dan los autores clásicos es siempre asociada al hollín, a los olores, a la grasa, al humo y al fuego. El uso del fuego provocaba frecuentemente incendios que asolaban la ciudad. Otro problema que tiene la culina es la ausencia de chimeneas que diera salida al humo.

Patio de cocinas en la villa periurbana de los misterios, Pompeya. A la derecha de la puerta que comunica con erl peristilo. En la otra pared, horno y fogón con otra hornacina. Fuente: http://bit.ly/2f1x630
Patio de cocinas en la villa periurbana de los Misterios, Pompeya. A la derecha de la puerta que comunica con el peristilo. En la otra pared, horno y fogón con otra hornacina. Fuente: http://bit.ly/2f1x630

En Pompeya, podemos observar casas provistas de un fogón. En la parte inferior podemos encontrar un vano abovedado para guardar la leña y demás utensilios, y al lado, a veces, le acompaña un fregador. Al no contar con chimenea, solía tener una ventana próxima para la salida de humos. También podemos encontrar algún ejemplar de horno pequeño, posiblemente para repostería o pan, aunque es cierto que había una gran presencia de panaderías.

Hornillo portatil, en Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2f1x630
Hornillo portatil, en Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2f1x630

Debemos de destacar el carácter sagrado de la culina. Aunque parezca que la hemos menospreciado, lo cierto es que tenía un carácter religioso y sagrado, muy unida al lararium. Cuando la familia tenga esclavos, la cocina será un lugar servil, por lo que no hará falta que los dueños no irán muy a menudo, pero eso no quiere decir que no la visiten de vez en cuando, ya sea para rezarles a los dioses o para supervisar a los esclavos.

Larario de cocina de la Casa del Fauno. Fuente en: http://bit.ly/2f1x630
Larario de cocina de la Casa del Fauno. Fuente en: http://bit.ly/2f1x630

Cocineros

El papel del cocinero era muy importante, puesto que un error suyo implicaría un bochorno público, por lo que muchas veces en las cocinas encontrábamos un equipo de cocineros y reposteros, claro está, en las clasesm más altas. Sin embargo, los esclavos que se encargan de estas labores, no tienen unas connotaciones muy dignas. Esto se puede deber al entorno sucio y peligroso al que están asociados.

Celdas serviles

No todos los esclavos era dignos de una habitación dentro de la casa, ya que algunos dormían donde podían, envueltos en capas. Otros, incluso, lograban una semi-independencia ocupando cuartos fuera de la casa. Generalmente suelen estar recluidos en la zona donde cumplen sus labores, sobre todo en torno a la cocina. De este modo, se da lugar a una zona destinada para el descanso servil, las cellae serviles.

Despensa y bodegas

También podemos encontrar un pequeño habitáculo, dentro de la propia culina, destinado a almacenar todas las ollas, vasijas y provisiones. Se trata de la despensa, conocida como cella penaria. Ésta se encontraba bien cerrada para la protección ante los posibles ladrones y los propios esclavos.

En conclusión, aunando todo lo que hemos ido diciendo, se va formando un sector en el cual encontramos la cocina, la despensa, las bodegas, las letrinas, los baños y las celdas serviles, formándose de esta manera un núcleo caracterizado por las actividades más molestas y serviles.

Por último os dejo un vídeo sobre la recreación de una cocina romana.

Fuente en: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=AywVpN1FpdU

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 226-239

Saneamientos: letrinas y baños

Latrina

Recreación de unas letrinas romanas. Fuente en: http://bit.ly/2gchV4G
Recreación de unas letrinas romanas. Fuente en: http://bit.ly/2gchV4G

Las fuentes nos dicen que a comienzos de la República existían ya estos espacios destinados tanto para el baño como para las necesidades deyectoras. Pero es cierto que el desarrollo de las termas hizo que, en época imperial, se suelan usar solamente para excretar. Las fuentes pocas veces aluden a su función como baño.

Por otra parte, la latrina iba asociada a la cocina, apareciendo muchas veces juntos, como podemos ver en Pompeya y Herculano. Esto podía perjudicar las condiciones de salubridad de la cocina, donde se manipulaban los alimentos, por lo que seguramente limpiarían con regularidad. Una de las causas de que aparezcan juntos se debe al reaprovechamiento del agua utilizada en la limpieza de la casa para arrastrar los desechos orgánicos. Pero también se debe a otra razón, estas zonas suelen estar apartadas de los lugares residenciales, evitando de esta forma los malos olores.

Letrina de Forica, Ostia antica. http://bit.ly/2fN8KsI
Letrina de Forica, Ostia antica. http://bit.ly/2fN8KsI

La captación del agua en las casas privadas se logra a través de los impluvios de los atrios, las cisternas de los jardines y pozos. Cuando el agua está destinada a un uso público como pudieron ser las aguas termales, se suministraba a través de las grandes infraestructuras hidráulicas y conducciones públicas.

Letrina de lupanar grande. Fuente en: http://bit.ly/2fN8KsI
Letrina de Lupanar Grande. Fuente en: http://bit.ly/2fN8KsI

Una pregunta que nos podemos hacer es ¿Qué se hacen con los restos orgánicos? ¿Cómo se deshacen de ellos? Pues en bastantes ciudades era a través de un alcantarillado que discurría bajo las calles, pero no siempre era así, no todas las letrinas estaban conectadas con el exterior, sino que se creaban pozos negros que eran limpiados periódicamente. En los bloques de apartamentos no era igual, existía la posibilidad de tirar las inmundicias por las ventanas y balcones a la calle. Otras veces, se poseían utensilios muebles a modo de orinales, para no tener que entrar en las malolientes letrinas o, simplemente, porque no se poseía letrina. Entonces, el problema de higiene doméstica pasaba a ser un problema público.

Balneum

Las termas se fueron desarrollando siendo alcanzable para todos los sectores sociales. Con el tiempo, esta función de baño fue introducida en las casas particulares más acomodadas. La presencia de estos baños se indica un afán de distinción.

Puerta y ventanas a la zona de baños de la casa de Trebius Valens, en Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fMZxha

En principio, el balneum, indicaba la existencia de un baño de agua caliente, pero también podíamos encontrar de agua fría, templada e, incluso, de vapor, además de los vestuarios, imitando los baños públicos. Se usaba el brasero para caldear las salas hasta el siglo I a.C., cuando se introdujo una innovación, el hipocausto. Se trata de un suelo en suspensión, que permite que circule por debajo y entre los tabiques el calor conseguido en los hornos de combustión, tras calentar las calderas de agua.

Puerta y ventanas a la zona de baños de la casa de Trebius Valens. Fuente en: http://bit.ly/2fMZxha
Área de cocina, letrina, praefurnium o caldera para la zona de baños, en la casa de Trebius Valens, en Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fMZxha

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 205-225

El jardín

Hortus

Pintura de un jardín romano. Fuente en: http://bit.ly/2gbAMwk
Pintura de un jardín romano. Fuente en: http://bit.ly/2gbAMwk

Poseer un jardín era algo suntuario, sobre todo en lugares donde había gran especulación inmobiliaria, por lo que era un signo de clase acomodada.

Debemos de destacar el andron, un corredor de comunicación al que se accedía desde el atrio, uniéndolo con el peristilo. No tenemos mucha información acerca de éste, solamente es mencionado por Vitruvio y Plinio. En ocasiones este andron estaba conectado con el hortus, un área descubierta en la parte posterior de la vivienda, que podía funcionar como jardín o huerto donde cultivaban verduras y legumbres, para abastecer a la casa. Esto último era más propio de los primeros momentos. En el siglo III a.C. en Pompeya se observa el hortus flanqueado por pórticos, por lo que nos hace pensar que para estas fechas el uso de este lugar como huerto se estaba perdiendo ya que, en principio, un simple huerto no requeriría un pórtico columnado.

En estos jardines se observará también los excesos de lujo que se produjeron en otros lugares de la casa. Esto sobre todo se podrá observar en las villas de las afueras, pero también en las casas urbanas, dentro de las clases más acomodadas, aunque en Pompeya se observa incluso en casas más modestas. Generalmente este lugar es más bien conocido como horti (en plural) para enfatizar su tamaño.

Parque de la casa de M. Octavio Quartio en Pompeya II, 2, 2. Dos canales o euripos crean una forma de T. En la interseción se ubica el niefeo con surttidores del primer término y hacia el fondo avanza el euripo longitudinal flanqueado de dos avenidas con pérgolas. Fuente en: http://bit.ly/2fmtNlC
Parque de la casa de M. Octavio Quartio en Pompeya II, 2, 2. Dos canales o euripos crean una forma de T. En la interseción se ubica el niefeo con surttidores del primer término y hacia el fondo avanza el euripo longitudinal flanqueado de dos avenidas con pérgolas. Fuente en: http://bit.ly/2fmtNlC

Peristilo

El origen del peristilo suele estar asociado a influencias helenísticas que tuvieron lugar en el siglo III-II a.C. Lo cierto que es que los peristilos romanos se caracterizan por una ortogonalidad y simetría que los griegos no tienen, además de que estos últimos nunca incluirán un jardín en su interior. El peristilo romano solía contener un viridarium repleto de flores, árboles, césped, estatuas y fuentes. Otra hipótesis es que el hortus evolucionara a peristilo, basándose en que, como hemos dicho antes, en el siglo III a.C. comenzó a convertirse en jardines poprticados, erdiendo su función de huerto. Por lo que cabe la posibilidad de que esa evolución derivara en un peristilo.

Casa de la Venus en la concha, con el peristilo como eje vertebrador. Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2g8LTbC
Casa de la Venus en la concha, con el peristilo como eje vertebrador. Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2g8LTbC
Peristilo de la Casa de Atrio Corintio de Herculano. Fuente en: http://bit.ly/2fhjwHk
Peristilo de la Casa de Atrio Corintio de Herculano. Fuente en: http://bit.ly/2fhjwHk

 

Además, el desarrollo de los peristilos conllevará con el tiempo la decadencia de los atrios, desapareciendo a lo largo de la época imperial.

Este suelte tener un carácter suntuario, el afán por destacar también se observaba aquí. El material suntuario por excelencia era el mármol, aunque este es demasiado caro para su uso generalizado, por lo que podemos ver otros materiales que lo reemplazan. Además, casi siempre solía presentar una fuente. Por otra parte podíamos encontrar mosaicos, que sustituía la propia vegetación, pinturas murales y estatuas, que no suponía una mera decoración, sino que estaba cargados de connotaciones culturales. Cuando hablamos de peristilo, debemos de tener en cuenta sus connotaciones como el gusto naturalista; ocio culto; deseo de tranquilidad; meditación…

Peristilo de la casa de Vetti. Fuente en: http://bit.ly/2fuITmB
Peristilo de la casa de Vetti. Fuente en: http://bit.ly/2fuITmB

Pero no debemos olvidar de que cumplieron la misma función que el atrio, como lugar público de tránsito de familiares y clientes, aunque seguramente no accederían a este lugar la denominada turba, sino los que merecerían ser amici.

Si estáis interesados, podéis ver la fantástica reconstrucción del peristilo de Santa Rosa, en Córdoba, el cual estuvo dotado de una magnífica fuente, además de otras lujosas decoraciones, algo propio de una familia acomodada.

Fuente web: https://www.youtube.com/watch?v=qDhdfWlmtbc

 

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 161-186

Estancias de recepción

En cuanto a las estancias de recepción, podemos decir que apenas son citadas por los autores, por lo cual hay una falta de información. Esto se puede deber a la intimidad que tiene lugar en ellas.

Tablinum

Esta estancia contaba con un emplazamiento privilegiado, entre el atrio y el peristilo. Desde la tablina, el patrono podía controlar todo el atrio y ser visto al mismo tiempo, mientras recibe el saludo. Probablemente, los clientes ni siquiera entraban a la habitación, sino que van circulando alrededor del atrio, saludan al patrono, reciben su espórtula y se van. Esto sobre todo ocurría con la turba. A los amici, les daba un mejor trato con una mayor privacidad, ya que era con estos con los que hacía los tratos más confidenciales. Para aumentar esta intimidad, la habitación podía estar cerrada por cortinas o paneles de madera plegables.

Puerta plegable que permitía aislar el tablinum. Está conservada en su totalidad en la casa del Tramezzo, en Herculano. Fuente en: http://bit.ly/2fU2T1C
Puerta plegable que permitía aislar el tablinum. Está conservada en su totalidad en la casa del Tramezzo, en Herculano. Fuente en: http://bit.ly/2fU2T1C

Además, hemos de decir que contenía una gran diversidad de recursos propagandísticos destinado a engrandecer la figura del patrono, presentando decoraciones como mosaicos y pinturas. Este lugar aparece como la sede de poder familiar, destinado al pater familias, con la patria potestas sobre toda la familia, incluidos los clientes. Para mostrar la superioridad de este, podemos observar en muchas ocasiones que el suelo suele estar algo más elevado que en el atrio. Otro rasgo que ayudaba a enfatizar esta sede de poder son las vistas que daban al peristilo a través de grandes vanos.

Tablinum muy ornamentado. Fuente en: http://bit.ly/2fU2T1C
Tablinum muy ornamentado. Fuente en: http://bit.ly/2fU2T1C

Por otra parte, también tenía la función de archivo, ya que albergaba documentos que afectaban a la vida pública:

Los tablinos se llenaban de registros y menciones de los hechos llevados a cabo durante una magistratura. Plin. N. H., 36, 7 (trad. de E. Torrego)

[Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, pág. 147, párrafo 4]

Otra función pudo ser la de comedor, aunque seguramente solo en las casas de menores dimensiones donde no hay suficientes salas, ya que en una gran casa prestigiosa es más difícil que la tablina se use para este fin, puesto que iría en contra de su prestigio.

Oecus

Esta estancia solamente es citada por Vitruvio. Según éste, no se trata de simples salones cuadrados o rectangulares. Vitruvio habla de los tipos que nos podemos encontrar y, seguramente, todos ellos presentaban columnas.

En primer lugar, está el oecus tetrástilo, con cuatro columnas en sus ángulos. El corintio se caracterida por presentar varias columnas en tres de sus lados y una cubierta de bóveda rebajada. Otro tipo era el egipcio, que presenta las columnas del mismo modo que el anterior, pero éste con un segundo piso de columnas más bajas, y una cubierta central a dos aguas y una terraza en las naves laterales (similar a las basílicas).

Oecus tetrástilo de la casa de las Bodas de Plata en Pompeya V, 2, i. Se pueden observar las cuatro columnas, las pinturas murales y la bóveda de la cubierta. Fuente: http://bit.ly/2fVx2kQ
Oecus tetrástilo de la casa de las Bodas de Plata en Pompeya V, 2, i. Se pueden observar las cuatro columnas, las pinturas murales y la bóveda de la cubierta. Fuente: http://bit.ly/2fVx2kQ
Oecus corintio de la casa de Meleagro, en Pompeya. Lo define la presencia de columnas en tres de los lados. Fuente en: http://bit.ly/2fFJLFc
Oecus corintio de la casa de Meleagro, en Pompeya. Lo define la presencia de columnas en tres de los lados. Fuente en: http://bit.ly/2fFJLFc

 

 

 

 

 

 

 

 

Una de las funciones de esta habitación era la de recepción y reunión. Pudo servir también como comedor, pero este uso estaba más relacionado con los triclinium o cenatio. Muchas veces se tiende a confundir los términos, puesto que se tratan de habitaciones destinadas a recibir a invitados.

Exedra

Por último, debemos destacar la exedra, se trata de otra sala de reunión. También estaban destinadas para el reposo, conversar y contemplar las decoraciones pictóricas. Por tanto, se aúnan cultura y ocio. En cuanto a su tamaño, es similar al oecus y, podemos encontrarlo tanto en atrios como peristilos.

Exedra absidada de la casa de los Esqueletos e Herculano III, 3. Fuente en: http://bit.ly/2f295a9
Exedra absidada de la casa de los Esqueletos e Herculano III, 3. Fuente en: http://bit.ly/2f295a9

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 145-155

Espera y tránsito: el atrio

Una vez que hemos pasado el vestíbulo y la puerta de acceso, un corredor conecta con el atrio, denominándose fauces. Se trata de un paso estrecho que comunica la calle con el atrio, el corazón de la vivienda. Los atrios constituyen espacios privados, pero cuyo uso es de carácter público, puesto que es una zona de tránsito y espera, sobre todo en la salutatio, pero también podían tener lugar importantes reuniones políticas o representaciones teatrales o musicales.

Fauces. Fuente en: http://bit.ly/2fQaz4Z
Fauces. Fuente en: http://bit.ly/2fQaz4Z

El origen del atrio según autores como Varrón, Festo y Servio, es etrusco, denominándose así por una ciudad etrusca, Atria. Aunque se suele aceptar que el la palabra atrium, proviene de ater, oscuro, y una de las funciones que tenía era la de la salida de humos, por lo que podría estar ennegrecido. Lo cierto es que sus orígenes no están claros. No obstante, hay que tener en cuenta que en muchas casas no es tan fácil abrir ventanas, ya que muchas veces cuentan con casas o tabernae adosadas, por lo que necesitaban otro sistema de iluminación. Además, tenían la función de captación de agua, de aireación, e incluso, pudo servir para eliminar los humos, en un principio. Y, se hizo todo ello en un lugar central de la casa, eso sí, dependiendo del tipo de atrio del que se tratase.

Un atrio se caracteriza por ser un espacio interno de la casa abierto, como un patio. Es una especie de plaza en pequeño donde se articula el tránsito interno de la vivienda. Pero hay una gran variedad, destacando los siguientes:

Atrio toscano: tiene el característico sistema de impluvio y compluvio, usado tanto para la entrada de luz, como para almacenamiento de agua de lluvia. Vitruvio explica la disposición de las vigas para poder conseguir que las cuatro vertientes del tejado se inclinen hacia el interior.

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Atrio toscano de la casa Samnítica en Herculano V, 1. Se observa el compluvio y el impluvio. Fuente en: http://bit.ly/2g4ncNx

Atrio testudinado: Éste a diferencia del explicado anteriormente, que suele considerarse como el más común, no estaba descubierto. El techo se observaba plano y estaba cubierto por una techumbre a cuatro vertientes. Se podía identificar solamente por su posición central de la vivienda. En cuanto a su tamaño solía ser reducido, por razones lógicas, ya que su iluminación debe de llegar de las habitaciones más próximas además de la entrada. Podemos decir que este tipo de atrio se podía ver, sobre todo, en pequeñas casas.

Atrio columnado: el atrio toscano sufrió una transformación hacia uno columnado. Se añadieron columnas para poder aliviar la presión de las paredes, y poder ampliar los pórticos. Su coste era más elevado, por lo tanto, solía ser propio de la nobleza, dándole una mayor elegancia. No es solamente un lujo, sino que se trata de un refuerzo. Aunque también tiene un carácter suntuario, hay un afán por destacar y mostrar el poderío económico. Podemos encontrar atrios tetrástilos (con cuatro columnas) y corintios. Esto suele recordar a la cultura griega, provocando un debate acerca de si es una aportación griega o si forma parte de la tradición romana. Lo cierto es que se suele hablar de una helenización de la arquitectura doméstica. No más lejos de la realidad, el atrio es de tradición romana y puede que etrusca, lo único que puede recordarnos a las formas helenísticas es el orden de las columnas.

Atrio tetrástilo en la Villa de los Misterios de Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fSFPC4
Atrio tetrástilo en la Villa de los Misterios de Pompeya. Fuente en: http://bit.ly/2fSFPC4

Atrio displuviado: su función, opuesta al toscano, es la de desaguar hacia el exterior el agua de lluvia. Por tanto, las vertientes del tejado, en vez de inclinarse hacia el interior, se levantan, ganando una forma troncopiramidal. Pero, el compluvio sigue existiendo, ya no con el objetivo de acumular agua, sino de ganar iluminación, como lucernario.

Por otra parte, debemos destacar las dos funciones que tenía. Por un lado, tenía una función de espera, era un punto de confluencia que servía como lugar de espera de los clientes que han podido acceder a la casa para llevar a cabo la salutatio. Hay muchos testimonios donde se refleja el aburrimiento de estos a la espera del patrono. Por otro lado, tiene una función publicitaria. Como ocurría en el vestíbulo, al ser un lugar de paso y de espera, presenta elementos publicitarios como lo son las pinturas murales, los mosaicos, las propias columnas, el estanque… Otro elemento que podemos encontrar son las estatuas, aunque era más propio de los peristilos.

Atrio toscano de la Domus di Marco Lucrezio Frontone. Presenta pinturas murales y una mesa de marmol con pies en forma de garra de león. Fuente en: http://bit.ly/2fNPsSf
Atrio toscano de la Domus di Marco Lucrezio Frontone. Presenta pinturas murales y una mesa de marmol con pies en forma de garra de león. Fuente en: http://bit.ly/2fNPsSf

En Pompeya, las estatuas representaban sobre todo a Lares o a los antepasados. Pero, además, podemos encontrar también una serie de elementos tradicionales, como el puteal, un brocal de pozo de forma cilíndrica, por donde se extraía el agua recogida en el impluvio; el cartibulum, una mesa que suele ser de mármol; la uela, una especie de toldo que servía para dar sombra y aislar de las corrientes; el lararium, una pequeña capilla dedicada a los dioses familiares (Lares) que protegían la casa; imágenes de ancestros (imagines), que suelen estar ubicadas en las alae, ubicadas en los laterales del atrio, pero que no necesariamente se trata de un espacio arquitectónico aparte; árboles genealógicos, con los que muchas veces se intenta buscar lazos de sangre con antepasados nobles, muchas veces inexistentes; y, por último, los stemma, que no recostruye toda la genealogía, sino que se trata de unos retratos de los miembros de la familia con méritos memorables.

Lararium. Fuente en: http://bit.ly/2fZcQfU
Lararium. Fuente en: http://bit.ly/2fZcQfU
Atrio toscano de la Casa del Fauno. Presenta una estatua del Fauno, que le da nombre a la casa. Fuente en: http://bit.ly/2gaLLJt
Atrio toscano de la Casa del Fauno. Presenta una estatua del Fauno, que le da nombre a la casa. Fuente en: http://bit.ly/2gaLLJt

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Atrio toscano de la Casa del Poeta Trágico. Presenta el brocal de pozo. Fuente en: http://bit.ly/2eTHDYX
Atrio toscano de la Casa del Poeta Trágico. Presenta el puteal, un brocal de pozo. Fuente en: http://bit.ly/2eTHDYX

 

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, págs. 105-128

 

La entrada

Vestibulum

Vestíbulum. Fuente en: http://bit.ly/2fPxYoW
Vestíbulum. Fuente en: http://bit.ly/2fPxYoW

Como vimos en la última entrada, el ritual de la salutatio, cada día, comenzaba en la entrada, en el vestíbulo. Era un lugar de tránsito, como nos dice Isidoro de Sevilla, pero se convirtió en un lugar de espera mientras abrían la puerta. En días de lluvia se refugiaban bajo los pórticos, en caso de que los hubiera; y si el patrono era considerado, podían esperar en bancos situados en la fachada. Era un lugar de titularidad privada, pero de acceso público.

En la fachada se abría un vano que daba lugar al vestíbulo, que era el espacio entre la acera de la calle y la puerta de acceso a la casa. Aunque había otro tipo de vestíbulo, de tradición griega, denominado thyroron. Este consiste en un espacio cerrado entre dos puertas, de la cual, la segunda daría lugar a la casa. Este espacio estaría vigilado por un portero.

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Vestíbulum. Fuente en: http://bit.ly/2fK0zvn

Es dentro del vestíbulo donde se hace la clasificación de la clientela, como ya vimos anteriormente. No todos pueden pasar al interior y esperar en el atrio, gran parte de la turba se quedaba allí. El vestíbulo llegó a ser incluso lugar de estancia, de espera y hasta de recepción, efectuándose en este lugar el saludo. Esto se debe a que el atrio, tan importante en la salutatio, cae en desuso, mientras esta práctica se mantuvo hasta la época imperial. Esto, junto con el aumento de la clientela, provocó la construcción de grandes y majestuosos vestíbulos.

Además, estos lugares, se aprovechaban para exhibir símbolos de honores y méritos, y títulos familiares, por lo tanto había una función propagandística. Es un marco de presentación ante la sociedad. Los emperadores añadieron esculturas como signo de distinción. Pero estos no fueron los únicos, ya que unos simples abogados, por ejemplo, también lo hicieron. Además, podíamos encontar árboles genealógicos (stemma); o clipei, con forma de escudo, conteniendo retratos de los personajes ilustres de la familia.

Vestíbulum. Fuente en: http://bit.ly/2fNmosI
Vestíbulum. Fuente en: http://bit.ly/2fNmosI

Puerta

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Vestíbulum con la puerta de acceso. Fuente en: http://bit.ly/2eQqsYr

La puerta se constituye como la frontera entre el espacio público del vestíbulo y la privacidad e intimidad del interior de la casa. Su función es la cerrar, separar y garantizar la seguridad de la casa.

Uno de los nombres que se le da es el de foris, que significa “fuera”, es decir, el mundo exterior. Aunque había otros nombres: ianua, dándole el nombre el dios Ianus (Jano), que se trata el guardián de la puerta; Posticum, que designaría a las puertas laterales o traseras; y porta, que no se usaba mucho en el ámbito doméstico, sino más para designar los grandes portones de entrada a una ciudad, o de campamentos y templos. La puerta estaba compuesta por el limen inferum, ya que delimita el ámbito privado al que se entra; el dintel, denominado limen superum; las jambas, conocidas como postes; y las hojas de las puertas, foris o ualuae.

En ocasiones nos encontramos con varias puertas de diferentes tamaños en la entrada. Probablemente, la principal se abriría para la saludatio y otras ocasiones importantes, mientras que la más pequeña estaría destinada para un uso más cotidiano.

Por otra parte, servía como canal de comunicación, ya que se en las puertas se decoraban en los acontecimientos importantes como en el cumpleaños del emperador (podía ser declarado enemigo público si no se hacía), en el nacimiento de un hijo, en ceremonias nupciales…

Porteros

En las familias acomodadas, para el control y tranquilidad de los propietarios, solían contar con un portero. Pero no todos se lo podían permitir, ni siquiera todas las casas que contaban con esclavos se podía permitir un portero permanente.

Debemos destacar la cella ostiaria, una habitación que funcionaría como una especie de portería donde alojaba el portero. Pero esta solo se encontraba en lugares de grandes dimensiones como las mansiones o palacios imperiales, ya que se trataba de un lujo.

El portero normalmente se trata de un esclavo que realizaba otras tareas, pero que debido a su buena labor se gana la confianza del amo y éste le da esta misión. La labor del portero consistía en recibir las visitas y en interceptar a aquellos que no son bienvenidos, pero también actuaba de mensajero con el interior. En los comienzos, algunas referencias nos dicen que estaban atados con cadenas, pero esto desaparecería. Pero sí que habría castigos para los que cruzasen el umbral sin permiso. Además, los signos distintivos de un portero eran las llaves y el bastón, junto con el perro, como ayudante de vigilancia.

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, pág. 78-102

La salutatio

La salutatio consiste en el saludo que deben hacer los clientes a sus patronos al amanecer. Esta costumbre es heredada de la República, perviviendo durante la época Imperial. Su práctica denota una gran subordinación y dependencia por parte del cliente. Éste debe de estar en casa del patrono cuando haya amanecido. La tradición lo suele justificar porque el patrono debe de ir al foro a continuación, y los clientes deben de seguir luego con sus quehaceres.

Estos deben  pasar por tres escenarios sucesivos: primero por la entrada, el área de acceso; luego por el atrio, lugar de espera; y, por último, el área de recepción, donde se realiza el saludo. Pero antes, deben de hacer cola en la acera para poder llevar a cabo esta costumbre. En las colas, como nos dice Juvenal, había conflictos por ser los primeros, ya sea por el orden de llegada, por la clase social o por la fortuna:

“Dale primero al pretor y luego al tribuno”. Pero el primero en llegar ha sido el liberto. “Yo estoy el primero-dice-. ¿Por qué voy a dudar en defender mi puesto […]? Yo soy más rico que los Palantes y los Licinios”. Que esperen pues los tribunos y que pasen primero los ricos”. Juv. 1,101-103 y 108-110 (trad. de J. Guillén)

[Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, pág. 139, párrafo 2]

No se trata de una anécdota, sino que se refleja una diferenciación de clases, donde se impone la jerarquía social. Además, en el vestíbulo se clasificaban aquellos que debían saludar, aquellos debían ser saludados y, por último, los que ni siquiera tenían el derecho de saludar a su patrono. A finales del siglo II a.C., con el crecimiento de las clientelas, hay una necesidad de un sistema de clasificación. Hay una separación entre amici y turba. En principio pueden pertenecer a cualquier clase social, pero en realidad dentro de los amici estaban los más poderosos y ricos. Con estos, el saludo será con mayor intimidad y privacidad que con la turba. Incluso dentro de los amici, el grado de privacidad variaba.

Antes de acceder al interior, aparece el patrono, junto a dos esclavos. Un esclavo va llamando uno a uno a los clientes, mientras el otro va repartiendo las raciones. Mientras tanto, el patrono vigila que ninguno se haga pasar por alguien que no es e intente llevarse su ración.

Otra norma a tener en cuenta es el uso de la toga por los clientes. Con esto reconocen al superior y tributan los honores. Mediante la toga se podía identificar el tipo de ciudadano, debido tanto a la calidad del tejido como a los distintivos de rango social que lleva en la ropa.

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Ilustración que representa la salutatio. Fuente en: http://bit.ly/2eLVcNf

No debemos de olvidarnos que todas estas redes de clientelas se deben a una serie de intereses. Buscaban un apoyo mutuo. El cliente prestaba unos servicios y un apoyo electoral, contribuyendo a la imagen pública de poder personal del patrono y, a cambio, el patrono le aportaba influencias, asistencia judicial, apoyo financiero y dinero o comida en los saludos. Es cierto que en la época Imperial, estos apoyos electorales no tuvieron la misma vigencia que anteriormente pudo tener, pero pudo ser decisiva en la concesión de cargos de la administración; en el mecenazgo cultural; y en el mantenimiento de este Imperio a través de estas aristocracias provinciales sumidas en el entramado clientelar.

En cuanto a lo que es el saludo en sí, no hay muchos datos. Muchas veces requerían de privacidad por lo que no hay muchas referencias literarias sobre eso. Aunque en fragmentos de Terencio, se pueden detectar una serie de fórmulas de saludo a través de una entrega fiel y reconocimiento al patrono a principios del siglo II a.C. En época imperial parece ser que en el saludo implicaba un intercambio de besos. Inlcuso, en Marcial, podemos ver como se queda un día sin cobrar su espórtula (recompensa monetaria o en especie) por no llamar dominus a su patrono.

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Urna etrusca donde aparece el acto de la salutatio. Fuente en: http://bit.ly/2ekXWmh

Bibliografía:

Fernández Vega, P.A. (1999): La casa romana, editorial Akal, Madrid, pág. 136-144

¿Quiénes vivían en estas casas?

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Pater familias. Fuente en: http://bit.ly/2ecQZDy

Estas casas estaban ocupadas por familias romanas, pero el término familia no está integrado solo por las personas que tienen vínculos de sangre (cónyuges e hijos), sino que también incluyen a aquellos que mantienen una relación de dependencia con el pater familias (el padre de familia), es decir, los esclavos, libertos y clientes, si es que se los puede permitir. Era una sociedad patriarcal típica de la Antigüedad, donde el pater familias trabaja para sustentar a la familia y tomaba las armas en caso de guerra. Alrededor de este giraba toda la familia, era el dueño legal del hogar y de todos sus miembros. Era la máxima autoridad dentro de la familia ya que disponía de la Patria Potestad.

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Esposa romana. Fuente en: http://bit.ly/2ecQZDy

En cuanto a la esposa romana, hay que decir que tiene más libertad que la ateniense clásica y que durante épocas posteriores. Como hemos dicho, dentro de este sistema patriarcal, el hombre tiene un papel preponderante, la sociedad quería hijos para poder luchar en las guerras y cultivar las tierras. Se dejaba a la mujer en un segundo plano. Las más pobres se encargaban de lavar la ropa, limpiar y hacer la comida, mientras que las ricas se encargaban de supervisar a los esclavos. Debían de encargarse de la educación de los hijos y, si el marido se ausentaba, su palabra se convertía en ley para los esclavos y clientes. Además, tenían libertad para salir de casa para hacer compras, visitar a sus amigas, asistir a espectáculos públicos, a las termas o los templos. Aunque en un principio se hallaba bajo la autoridad casi completa del marido, esta situación se fue equilibrando a finales de la República.

 

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Hijos romanos. Fuente en: http://bit.ly/2ecQZDy

Por otro lado, nos encontramos con los hijos. Estos estaban bajo la tutela del padre hasta que no formasen su propia familia, aunque debían de guardarle respeto y obediencia mientras este viviera (Patria Potestad). Hasta los 7 años la madre se ocupaba de su educación, pero a partir de esa edad hasta los 14, iban a una escuela primaria donde se les enseñaba a leer, escribir y otras materias. Solo si la familia se lo podía permitir, el profesor podía ser contratado para instruirle en casa. Sobre los 16 años se consideraban mayores de edad e ingresaban en el cuerpo ciudadano con plenos derechos.

Luego están los clientes, aquellos ciudadanos libres que habían establecido una relación de apoyo y socorro mutuo con el pater familias, mejor situados social y/o económicamente. Estos pater familias reciben el nombre de patronos. El cliente debía de prestar sus servicios al patrono como podía ser el apoyo electoral e, incluso, militar y presentarle sus respetos todas las mañanas (salutatio). A cambio, el patrono le ayudaba en los pleitos y dificultades económicas. A finales de la República prácticamente todos los romanos eran clientes de otros romanos que a su vez lo eran de otros.

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Esclavo romano. Fuente en: http://bit.ly/2ecQZDy

Y, por último, los esclavos. La esclavitud era algo normal en esos momentos. Uno llegaba a ser esclavo por haber sido derrotado en una guerra, por no hacer frente a sus deudas, por castigo legal o por ser hijo de esclavos. En Roma al menos tenían el derecho de poder comprar su libertad, para lo que ahorraban con el sueldo recibido por sus amos. Pero también podía ser manumitido por su dueño tras años de leales y buenos servicios. Estos pasaban a ser libertos, que se inscribían en el censo de ciudadanos e, incluso, adoptaban el nomen de su antiguo dueño, convirtiéndose en su cliente.

 

Webgrafía:

http://www.luduslitterarius.net/realia/La_familia_romana.html

http://www.historialago.com/leg_01031_lafamilia_01.htm

¿ Cómo era la ciudad romana?

He creído interesante hablar primeramente acerca de cómo estaba estructurada la ciudad romana antes de adentrarnos en las viviendas que se encuentran en estas ciudades. En un principio, los asentamientos romanos carecían de planificación, solo dependían de su adaptación al medio físico. Fueron las ciudades de nueva creación y las diferentes ampliaciones las que contaron ya con una planificación y fueron amuralladas, siguiendo el modelo etrusco y helenístico. Ésta se basa en un modelo hipodámico, es decir, es un trazado rectangular y geométrico con calles paralelas y perpendiculares entre sí, y con manzanas, denominadas ínsulas. Estas calles estaban pavimentadas y además, contaban con aceras para los peatones. Las calles principales eran el cardo y decumano, dos grandes calles que recorrían de norte a sur, la primera, y de este a oeste, la segunda, y que convergían en el centro, en el foro, que era el corazón de la ciudad, donde se encontraban los principales edificios, como la curia (para las asambleas del senado); y donde se concentraba la vida pública.

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Plano de una ciudad romana. Fuente en: http://bit.ly/2fc8ssL

Además podríamos encontrar grandes obras de ingeniería como puentes (fundamental en el sistema de comunicaciones) que permitían salvar los niveles de terreno, sobre todo ríos; acueductos, que canalizaban el agua por su parte superior; cloacas, que permitían que las aguas residuales sean conducidas. Por otra parte, en la ciudad se podían observar construcciones para espectáculos, como teatros, anfiteatros, circos; construcciones conmemorativas, como arcos de triunfo o columnas conmemorativas; termas, un lugar de reunión y recreo, más allá de su uso como balneario; y basílicas, donde se administraba la justicia y realizaban transacciones comerciales.

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Acueducto de Segovia. Fuente en: http://bit.ly/2fsEy2I
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Teatro romano de Cartagena. Fuente en: http://bit.ly/2foFUiR

Y, para terminar, en las ciudades romanas, podemos encontrar la domus (casa privada); la ínsula, que en un principio denominaba a la manzana completa, pero que paso luego a denominar a cada una de las casas que la formaban (son más humildes que las domus); las villas, más grandes y complejas que las domus y solían estar alejadas de la ciudad; y también casaes o tugurios, que eran las viviendas más pobres, en cuanto a materiales y complejidad, que se podían encontrar en las zonas más marginales o en zonas rurales sobre todo. Pero esto lo trataremos con más profundidad a lo largo del blog.

Para terminar, os dejo un vídeo en el que podéis ver la reconstrucción de la ciudad romana de Itálica, uno de los mejores ejemplos de la Península Ibérica.

Fuente web: https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Gv0YNZeZZH4

 

Webgrafía:

http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/cclasica/esc336ca2.php

http://www.arteespana.com/urbanismo.htm